Un accidente puede ocurrir por muchas razones, como distracción, negligencia, conducción descuidada, incapacidad, exceso de velocidad, pero también por una condición médica.
Cuando una condición médica es la causa del accidente, el conductor pierde el control del vehículo, lo que provoca que choque contra otro vehículo, personas u objetos.
En casos como este, es un desafío determinar la culpa y demostrar que el conductor no tenía esta condición hasta el accidente.
Si usted causó un accidente debido a su condición médica, es natural preocuparse por el resultado, especialmente si otras personas estuvieron involucradas en el choque. Asegúrese de obtener asistencia legal de un abogado de accidentes automovilísticos de Nueva York para lidiar con el caso por su cuenta.
Problemas médicos que pueden provocar un accidente de tráfico
Cualquier condición médica que afecte la agilidad, la fuerza, la coordinación, el conocimiento, la atención y el criterio del conductor es peligrosa. Puede hacer que el conductor pierda fácilmente el control del vehículo y se estrelle. A continuación, se indican algunas condiciones médicas comunes que pueden afectar al conductor.
Diabetes
Si un conductor padece esta enfermedad, puede verse comprometida su capacidad para conducir su vehículo de forma segura. El páncreas de un diabético produce muy poca insulina o no produce insulina en absoluto. Si la persona padece una afección grave, puede desmayarse fácilmente si se produce una caída repentina del nivel de azúcar en sangre o si su cuerpo deja de responder adecuadamente a la insulina. La diabetes puede afectar al sistema nervioso a largo plazo, lo que puede ralentizar las reacciones de la persona.
Convulsiones
Las convulsiones son una alteración eléctrica repentina del cerebro que no se puede controlar y que se produce cuando fallan determinadas células nerviosas. Si se producen cuando una persona está conduciendo, pueden privarla de las facultades que necesita para conducir. Los síntomas más comunes son sacudidas incómodas, ansiedad, pérdida de conciencia y confusión temporal.
Basta con que se produzca una sola convulsión espontánea que no esté relacionada con otra enfermedad para que el conductor pierda el control y se estrelle con su vehículo.
Infarto de miocardio
Cuando el flujo sanguíneo a una determinada parte del corazón se bloquea (en la mayoría de los casos por un coágulo de sangre), la persona sufrirá un ataque cardíaco. Cuando el corazón carece de sangre oxigenada, los músculos del corazón comienzan a morir. A menos que los medicamentos puedan prevenir esto, un ataque cardíaco puede ser muy peligroso cuando la persona está conduciendo. Los conductores con afecciones cardíacas o riesgo de ataque cardíaco deben evitar conducir.
Visión debilitada
Las personas con visión debilitada tendrán problemas para ver vehículos, personas y objetos en la carretera. La visión deteriorada puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico, especialmente si el conductor lleva lentes de contacto o gafas y se ha olvidado de ponérselos.
Determinación de la responsabilidad en un accidente causado por problemas médicos del conductor
Cuando un conductor se encontraba bajo los efectos del alcohol o las drogas, conducía a una velocidad superior al límite o ha chocado por detrás a otro vehículo, no hay ningún problema para determinar la culpa.
Sin embargo, cuando un accidente ocurre debido a una condición médica que el conductor no podía predecir ni controlar, las cosas pueden complicarse.
Si la condición médica existía antes del accidente y el conductor era plenamente consciente de que podría ocurrir en cualquier momento y en cualquier lugar, pero decidió conducir (lo que es una conducta imprudente), será considerado responsable. El conductor no hizo nada para mantener su condición médica bajo control, por lo que se puso a sí mismo y a los demás en riesgo cuando se sentó detrás del volante.
Para determinar la culpa, los abogados de accidentes automovilísticos y el juez harán lo siguiente:
- Obtenga un testimonio experto de especialistas médicos para averiguar si el conductor era consciente de su condición;
- Evalúe si el conductor fue intencionalmente negligente al no cuidar de sí mismo (en caso de que el conductor fuera consciente de su condición);
- Evalúe en qué medida la condición del conductor contribuyó al accidente. Si el choque no fue grave, entonces el fallo es que los problemas de salud del conductor no tuvieron nada que ver con él. En caso de que el conductor tuviera una condición médica grave, la enfermedad será un factor contribuyente significativo al evaluar los daños.
Si estuvo involucrado en un accidente automovilístico similar en el que el otro conductor provocó el choque después de sufrir una convulsión o un ataque cardíaco u otra condición médica, debe obtener ayuda de un abogado experto en accidentes automovilísticos.
Estos casos no son blancos o negros, por lo que es mejor si cuenta con el apoyo legal de un abogado experto que tenga experiencia en esta área.
Le ofrecemos una consulta gratuita en la que revisaremos su caso y le asesoraremos sobre los próximos pasos. Comuníquese con Cellino Legal y programe su consulta.
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